Cierto día un médico de 60 años y su joven y bella esposa van a un restaurante con otro matrimonio de médicos, viejos compañeros de facultad, con los que hacía años no compartían una cena.
El otro quedó muy impresionado con el bombón que acompañaba a su amigo y, cuando las mujeres se levantan para ir al baño, no se contuvo y le pregunta como consiguió la proeza de estar con ella...
- "Es que para mantener una buena relación y que dure, lo importante es donde las besas...
Inmediatamente el otro le pregunta:
- " Y tu, a ésta...... ¿donde la besas?"
Sin perder su compostura, su amigo le responde:
- "En Mónaco, en París, en Londres, en Roma, en Aspen, en Tokio ..."
Fidel está dando uno de sus discursos en la plaza y dice:
¡Y a partir de ahora, habrá que sacrificarse más!
Y alguien grita:
¡Trabajaremos el doble!
Sigue Fidel:
¡Y hay que comprender que habrá menos alimentos!
¡Trabajaremos el triple!
Algo molesto, Fidel continúa:
¡Y las dificultades crecerán!
¡Trabajaremos el cuádruple!
Fidel vuelve a ver a su jefe de seguridad y le pregunta:
¡Coño, chico!, ¿quién es ese idiota que dice que va a trabajar tanto?
No se preocupe, Comandante, es el sepulturero.
Después de un largo período sin crímenes, Superman
estaba aburrido, y quiso salir a divertirse...
Entonces, llamó a Batman para preguntarle si quería ir a algún club
para ligarse algunas hembritas. Pero Batman dijo que Robin estaba
enfermo y que tendría que cuidarlo.
Un poco defraudado, Súperman llamó al Hombre Araña para ver si quería
tomarse unas birritas. Pero el Hombre Araña le dijo que tenía una cita
con Gatúbela.
Como último recurso, Súperman voló al departamento de la Mujer
Maravilla a ver si ella estaba libre.
Cuando aterrizó en su balcón, vio a la Mujer Maravilla desnuda y echada
en la cama con las piernas abiertas... Y Súperman pensó para sí:
'Yo soy más rápido que una bala y podría estar allí, tirármela y salir
antes que ella sepa qué está pasando'...Entonces, Súperman hizo un
súper-polvorete en una fracción de segundos y se fue muy contento.
Entretanto, en la cama, la Mujer Maravilla dijo: ¿Escuchaste algo?
¡Nada!, dijo el Hombre Invisible ¡¡¡pero cómo me duele el culo ! ! ! ! ! !