Los instaladores urgen a Industria a agilizar su plan del dividendo digital

Faltan seis meses para una nueva reestructuración en el sistema de recepción de la televisión que obligará a todos los ciudadanos a revisar sus antenas. Las frecuencias en las que emiten los actuales canales de TDT deberán quedar libres de cualquier contenido televisivo el próximo 1 de enero del 2015 por una normativa comunitaria que obliga a poner orden en el espacio radioeléctrico. Ese hueco liberado por las televisiones pasará a estar ocupado por la telefonía móvil de cuarta generación (4G), lo que obligará a muchos canales de televisión (principalmente de Mediaset y Antena 3) a migrar a otros puntos del espectro. Esto conllevará que los ciudadanos deberán revisar sus instalaciones domésticas para garantizarse que podrán seguir recibiendo la señal y, en caso necesario, adaptarlas a los nuevos requerimientos.
La Federación Coordinadora de Telecomunicaciones (Fecotel) advierte de que todas las instalaciones del país tendrán que ser revisadas para reubicar las nuevas frecuencias y evitar que la señal se pierda el próximo 1 de enero. «Es preciso revisar de nuevo todas las instalaciones, igual que ocurrió con la llegada de la TDT, pero entonces se hizo en un período de cinco años, mientras que ahora vamos con retraso», explica José Manuel Muñiz, portavoz de Fecotel.
Los instaladores reclaman al Ministerio de Industria que haga público cuanto antes el Plan del Dividendo Digital que José Manuel Soria anunció para este mes de junio con el fin de conocer exactamente cómo quedará el nuevo mapa radioeléctrico y poder así empezar con los trabajos de adaptación de los equipos. «Reclamamos al ministerio que informe a la ciudadanía lo antes posible, porque se necesita un tiempo para que la gente tome conciencia», asegura, pensando en que retrasar el trabajo a los últimos meses del año puede ocasionar un colapso en las empresas instaladoras.
Responsables de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) también han asegurado que las cadenas tienen un tiempo demasiado ajustado para adaptarse a un cambio técnicamente complejo y que obligará a los antenistas del país a revisar uno a uno los equipos.
Según José Manuel Muñiz, ningún hogar está adaptado actualmente a los nuevos requisitos tecnológicos. Son por tanto catorce millones de hogares los que tendrán que revisar sus antenas, pero empezando principalmente por las viviendas comunitarias, cuyo funcionamiento es distinto al de los equipos de los hogares individuales.
El conjunto de la operación de traslado de canales tendrá un coste de 300 millones de euros, cantidad que en principio el Ejecutivo había asegurado que cubriría con el dinero que las empresas de telecomunicaciones pagaron en subasta pública. Pero finalmente serán los usuarios los que tengan que costear la adaptación de sus equipos. Colectivos de consumidores y partidos políticos han urgido al Gobierno a aclarar cuanto antes los detalles del proceso para poder conocer el coste que tendrá para los ciudadanos. Si bien se han barajado distintas cifras que van desde los 20 a los 300 euros, el portavoz de Fecotel precisa que es imposible conocer el precio sin ver cada instalación individual.
Junto a la nueva sintonización de canales, otro aspecto importante que será preciso revisar en los equipos de recepción será la convivencia de la TDT con la nueva telefonía 4G. Las frecuencias en las que emitirán unas y otra estarán muy próximas en el espectro digital y, según algunas pruebas experimentales realizadas, el uso del 4G por parte de un usuario puede afectar a otro en la recepción de canales de televisión. «Según el tipo de equipo, puede haber mayor o menor problema con la convivencia de la TDT y la telefonía móvil. Un aparato de 4G que emite y recibe datos es una fuente de interferencias», explica José Manuel Muñiz, que sostiene que los equipos actuales no cuentan con los filtros necesarios para paliar este problema y sus consecuencias.