sapoliso
12/06/2013, 18h24
De la Morena desveló anoche en El Larguero que Zidane no quiere ni a tiros ser Director Deportivo del Madrid. Zizou prefiere sentarse en el banquillo junto a Ancelotti para ser el segundo entrenador. Quiere seguir aprendiendo cerca del verde, en contacto directo con los jugadores para completar su formación de cara a poder cumplir el objetivo que se ha propuesto a medio plazo:ser primer entrenador. La noticia es una prueba más de que el presidente del Real Madrid se ha lanzado a vender a Zidane como pieza angular de su proyecto deportivo sin tener muy claro la función definitiva que va a desempeñar el francés en esta nueva aventura. Zizou no quiere asumir la responsabilidad de negociaciones incómodas en los despachos, con jornadas de trabajo interminables y el teléfono funcionando 24 horas al día. Y mucho menos quiere asumir la parte de representación del club ante los medios, el tener que dar explicaciones cuando las cosas se compliquen en un momento dado. Zidane no se ve como escudo del presidente de ninguna de las maneras.
Ahora se explica que el discurso de Florentino sobre las funciones en el club de su niño bonito hayan sufrido una evolución desde la primera vez que anunció al francés a bombo y platillo. En sus primeras entrevistas parecía quedar claro que el galo iba a ponerse el traje de ejecutivo para situarse en un cómodo despacho a recibir a representantes para confeccionar una plantilla de ensueño en la que iba a demostrar el olfato que le funcionó, por ejemplo, cuando recomendó el fichaje de Varane. En las últimas apariciones del "Florentino on Tour" nos enteramos de que a Zizou le ha brotado la vena de entrenador, vocación que el tímido francés no había comunicado a casi nadie hasta hace muy poquito.
Ese cambio de rumbo en el discurso confirma la noticia adelantada en la Ser. Presidente y ex-jugador tienen una reunión pendiente mañana en la que se le dará forma definitiva a la función de Zidane para los próximos cuatro años, pero está claro que ser Director Deportivo y segundo entrenador no parece una propuesta seria para un club de la dimensión del Madrid. Los ayudantes en el banquillo tienen una función muy importante, cada vez más, pero no es compatible ayudar a preparar los entrenamientos y colocar los conos con subirse al despacho y negociar los contratos de los futbolistas con los que convives cada día.
El tiempo pasa y a estas alturas el Madrid sigue sin entrenador-aunque será Ancelotti con toda seguridad- y sin un Director Deportivo en la época del año en la que se tienen que tomar las decisiones más trascendentes para la temporada que viene. Florentino aparece tranquilo y con la sensación de tenerlo todo bajo control, pero la realidad parece diferente. La realidad es la de un club que no tiene una estructura deportiva a la altura del prestigio de la Institución y,lo que es peor, no parece que la vaya a tener a corto plazo.
Ahora se explica que el discurso de Florentino sobre las funciones en el club de su niño bonito hayan sufrido una evolución desde la primera vez que anunció al francés a bombo y platillo. En sus primeras entrevistas parecía quedar claro que el galo iba a ponerse el traje de ejecutivo para situarse en un cómodo despacho a recibir a representantes para confeccionar una plantilla de ensueño en la que iba a demostrar el olfato que le funcionó, por ejemplo, cuando recomendó el fichaje de Varane. En las últimas apariciones del "Florentino on Tour" nos enteramos de que a Zizou le ha brotado la vena de entrenador, vocación que el tímido francés no había comunicado a casi nadie hasta hace muy poquito.
Ese cambio de rumbo en el discurso confirma la noticia adelantada en la Ser. Presidente y ex-jugador tienen una reunión pendiente mañana en la que se le dará forma definitiva a la función de Zidane para los próximos cuatro años, pero está claro que ser Director Deportivo y segundo entrenador no parece una propuesta seria para un club de la dimensión del Madrid. Los ayudantes en el banquillo tienen una función muy importante, cada vez más, pero no es compatible ayudar a preparar los entrenamientos y colocar los conos con subirse al despacho y negociar los contratos de los futbolistas con los que convives cada día.
El tiempo pasa y a estas alturas el Madrid sigue sin entrenador-aunque será Ancelotti con toda seguridad- y sin un Director Deportivo en la época del año en la que se tienen que tomar las decisiones más trascendentes para la temporada que viene. Florentino aparece tranquilo y con la sensación de tenerlo todo bajo control, pero la realidad parece diferente. La realidad es la de un club que no tiene una estructura deportiva a la altura del prestigio de la Institución y,lo que es peor, no parece que la vaya a tener a corto plazo.