malvo
26/03/2013, 23h22
Clasificación Mundial 2014 - Francia-España: Líderes con un estilo invencible (0-1)
La selección de Vicente del Bosque volvió a demostrar por qué merece la pena creer en una idea que acabó derribando a Francia en la final anticipada de París. Pedro, autor del único tanto del partido, confirmó en la segunda mitad la superioridad de España, que encerró a una Francia que acabó topándose con Valdés cuando quiso reaccionar.
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(http://es.eurosport.yahoo.com/fotos/clasificaci%C3%B3n-mundial-2014-francia-espa%C3%B1a-l%C3%ADderes-estilo-invencible-photo-215314837.html)
Eurosport - Pedro celebra el gol con Xabi Alonso
Que la vigente campeona del mundo se tuviera que enfrentar a un choque con sabor a Mundial más de un año antes de lo previsto no era algo que entrara dentro de los planes de un país que se ha acostumbrado a estar instalado en una zona de confort construida a base de éxitos y una idea, la del mimo del balón. Sin embargo, y tras pequeños fallos puntuales en una fase de clasificación imperfecta, la Selección de Vicente del Bosque se enfrentaba a Francia con la sensación de no tener, por primera vez en mucho tiempo, la situación controlada. Los galos, renovados y muy diferentes a lo mostrado en la pasada Eurocopa, no eran quizás el rival más deseado para reivindicar una filosofía que no podía pasar tan pronto al olvido. Pero ya lo dijo toda España tras empatar contra Finlandia: si algo sabe esta España es crecerse ante gigantes.
El comienzo del choque fue una declaración de intenciones de lo que iba a hacer Francia. Valbuena intentó una chilena desde la frontal en el primer minuto que se fue fuera para después cambiar el chip y dedicarse a ejercer una alta presión en conjunto que dio resultados al equipo ‘blue’ durante gran parte de la primera mitad. Solo a los diez minutos apareció la primera pequeña grieta en la defensa francesa, aunque Xavi no supo aprovechar el agujero enviando el balón demasiado alto cuando remataba a placer en el área contraria.
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La bestia aletargada
Tras el susto apareció de nuevo la versión original de Francia mientras que España se seguía buscando a sí misma. Le costaba, sin embargo, a los de Vicente del Bosque encontrar las combinaciones entre sus jugones. Villa se perdía en el fuera de juego, Iniesta no podía abrir la jaula y Xavi no encontraba el último pase. Con los de Deschamps acertando en bloque en la presión y achicando espacios en la creación española, solo un cabo suelto y menos vigilado llamado Xabi Alonso lograba encontrar algún hueco final en los ataques españoles.
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Con España manteniendo su idea incorrupta, Francia, tácticamente perfecta, se dedicó a intentar romper la situación con contragolpes encabezados por Valbuena. Fue el futbolista de origen español el que habilitaba a un Benzema con más intención que idea. El madridista, afectado por las últimas críticas, se mostró participativo buscando su gol, pero Piqué no estaba dispuesto a permitir que precisamente contra España el francés recuperara el crédito perdido ante un público que le acabó abucheando tras ser sustituido en la segunda mitad.
Creer es poder
Las pequeñas contras de Francia no amedrentaron a España, que sin embargo sí acabó algo despistada tras protestar un posible penalti que el colegiado decidió no señalar al apreciarse cómo Pedro perdía altura antes de que Lloris se lo llevara definitivamente por delante. Las protestas, sin embargo, pararon en cuanto Valdés acalló a todo el estadio parando un mano a mano a Ribery. El guardameta del Barça demostró en su estadio talismán lo vital de su figura a la sombra de Casillas.
Tras un descanso que ni mucho menos rebajaba las exigencias del encuentro salió España a seguir creyendo en su filosofía, la de un equipo tremendamente democrático en el que todos intervienen para al final imponer la ley del más fuerte de forma vertical. Así, precisamente, llegó el tanto decisivo, cuando Pedro combinó en los metros finales con un Monreal sobresaliente que se inventó el centro al segundo palo que el mismo Pedro empujó con el alma que había faltado ante Finlandia.
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Resistencia y milagros
El tanto, sin embargo, en contra de lo ocurrido en anteriores ocasiones, no sirvió para imponer del todo el juego español. Los de Vicente del Bosque no acabaron de controlar los tiempos del encuentro a pesar de encontrarse con el viento a su favor tras adelantarse en el marcador. Francia, que dio un paso adelante aunque sin demasiado atrevimiento, comenzó a dar trabajo a Valdés, obligado a atajar disparos de Matuidi y Ribery que sí hacían temblar los cimientos españoles.
Esta vez, sin embargo, no iba a haber lugar a roturas en la zaga española. Piqué estuvo intratable, Monreal borró el recuerdo de Jordi Alba y Arbeloa cumplió contra un Ribery que se fue creciendo con el paso de los minutos. Solo una ocasión, en forma de falta rematada por Valbuena puso el corazón en un puño a toda España. Sin embargo, Valdés reivindicaba su santificación con una mano que apareció de la nada y que sacó una sonrisa de incredulidad hasta en el mismo guardameta.
Los últimos minutos, una ida y vuelta con Francia cada vez más metida, hicieron sufrir a España, aunque el estilo estaba esta vez tan bien plantado que no iba a haber oportunidad de ponerlo en duda. España sacaba una victoria de oro, se pone líder de grupo y la presión pasa a tierras francesa. La estrella de campeón no se va a borrar con tanta facilidad.
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LA FICHA DEL PARTIDO:
0- Francia: Lloris; Jallet (Giroud, m.91), Varane, Koscielny, Evra; Cabaye (Ménez, m.69), Progba, Matuidi; Valbuena, Benzema (Sissoko, m.83) y Ribéry.
1- España: Víctor Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Monreal; Busquets, Xavi, Xabi Alonso; Pedro (Fabregas, m.76), Iniesta (Mata, m.91) y Villa (Navas, m.61).
Goles: 0-1, m.58: Pedro.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN), amonestó a los franceses Cabaye, Matuidi y a los españoles Xavi Hernández, Arbeloa y Fábregas. Expulsó por doble amarilla al francés Progba.
Incidencias: Partido de clasificación para el Mundial de Brasil disputado en el Estadio de Francia ante unos 80.000 espectadores.
La selección de Vicente del Bosque volvió a demostrar por qué merece la pena creer en una idea que acabó derribando a Francia en la final anticipada de París. Pedro, autor del único tanto del partido, confirmó en la segunda mitad la superioridad de España, que encerró a una Francia que acabó topándose con Valdés cuando quiso reaccionar.
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Eurosport - Pedro celebra el gol con Xabi Alonso
Que la vigente campeona del mundo se tuviera que enfrentar a un choque con sabor a Mundial más de un año antes de lo previsto no era algo que entrara dentro de los planes de un país que se ha acostumbrado a estar instalado en una zona de confort construida a base de éxitos y una idea, la del mimo del balón. Sin embargo, y tras pequeños fallos puntuales en una fase de clasificación imperfecta, la Selección de Vicente del Bosque se enfrentaba a Francia con la sensación de no tener, por primera vez en mucho tiempo, la situación controlada. Los galos, renovados y muy diferentes a lo mostrado en la pasada Eurocopa, no eran quizás el rival más deseado para reivindicar una filosofía que no podía pasar tan pronto al olvido. Pero ya lo dijo toda España tras empatar contra Finlandia: si algo sabe esta España es crecerse ante gigantes.
El comienzo del choque fue una declaración de intenciones de lo que iba a hacer Francia. Valbuena intentó una chilena desde la frontal en el primer minuto que se fue fuera para después cambiar el chip y dedicarse a ejercer una alta presión en conjunto que dio resultados al equipo ‘blue’ durante gran parte de la primera mitad. Solo a los diez minutos apareció la primera pequeña grieta en la defensa francesa, aunque Xavi no supo aprovechar el agujero enviando el balón demasiado alto cuando remataba a placer en el área contraria.
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La bestia aletargada
Tras el susto apareció de nuevo la versión original de Francia mientras que España se seguía buscando a sí misma. Le costaba, sin embargo, a los de Vicente del Bosque encontrar las combinaciones entre sus jugones. Villa se perdía en el fuera de juego, Iniesta no podía abrir la jaula y Xavi no encontraba el último pase. Con los de Deschamps acertando en bloque en la presión y achicando espacios en la creación española, solo un cabo suelto y menos vigilado llamado Xabi Alonso lograba encontrar algún hueco final en los ataques españoles.
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Con España manteniendo su idea incorrupta, Francia, tácticamente perfecta, se dedicó a intentar romper la situación con contragolpes encabezados por Valbuena. Fue el futbolista de origen español el que habilitaba a un Benzema con más intención que idea. El madridista, afectado por las últimas críticas, se mostró participativo buscando su gol, pero Piqué no estaba dispuesto a permitir que precisamente contra España el francés recuperara el crédito perdido ante un público que le acabó abucheando tras ser sustituido en la segunda mitad.
Creer es poder
Las pequeñas contras de Francia no amedrentaron a España, que sin embargo sí acabó algo despistada tras protestar un posible penalti que el colegiado decidió no señalar al apreciarse cómo Pedro perdía altura antes de que Lloris se lo llevara definitivamente por delante. Las protestas, sin embargo, pararon en cuanto Valdés acalló a todo el estadio parando un mano a mano a Ribery. El guardameta del Barça demostró en su estadio talismán lo vital de su figura a la sombra de Casillas.
Tras un descanso que ni mucho menos rebajaba las exigencias del encuentro salió España a seguir creyendo en su filosofía, la de un equipo tremendamente democrático en el que todos intervienen para al final imponer la ley del más fuerte de forma vertical. Así, precisamente, llegó el tanto decisivo, cuando Pedro combinó en los metros finales con un Monreal sobresaliente que se inventó el centro al segundo palo que el mismo Pedro empujó con el alma que había faltado ante Finlandia.
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Resistencia y milagros
El tanto, sin embargo, en contra de lo ocurrido en anteriores ocasiones, no sirvió para imponer del todo el juego español. Los de Vicente del Bosque no acabaron de controlar los tiempos del encuentro a pesar de encontrarse con el viento a su favor tras adelantarse en el marcador. Francia, que dio un paso adelante aunque sin demasiado atrevimiento, comenzó a dar trabajo a Valdés, obligado a atajar disparos de Matuidi y Ribery que sí hacían temblar los cimientos españoles.
Esta vez, sin embargo, no iba a haber lugar a roturas en la zaga española. Piqué estuvo intratable, Monreal borró el recuerdo de Jordi Alba y Arbeloa cumplió contra un Ribery que se fue creciendo con el paso de los minutos. Solo una ocasión, en forma de falta rematada por Valbuena puso el corazón en un puño a toda España. Sin embargo, Valdés reivindicaba su santificación con una mano que apareció de la nada y que sacó una sonrisa de incredulidad hasta en el mismo guardameta.
Los últimos minutos, una ida y vuelta con Francia cada vez más metida, hicieron sufrir a España, aunque el estilo estaba esta vez tan bien plantado que no iba a haber oportunidad de ponerlo en duda. España sacaba una victoria de oro, se pone líder de grupo y la presión pasa a tierras francesa. La estrella de campeón no se va a borrar con tanta facilidad.
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LA FICHA DEL PARTIDO:
0- Francia: Lloris; Jallet (Giroud, m.91), Varane, Koscielny, Evra; Cabaye (Ménez, m.69), Progba, Matuidi; Valbuena, Benzema (Sissoko, m.83) y Ribéry.
1- España: Víctor Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Monreal; Busquets, Xavi, Xabi Alonso; Pedro (Fabregas, m.76), Iniesta (Mata, m.91) y Villa (Navas, m.61).
Goles: 0-1, m.58: Pedro.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN), amonestó a los franceses Cabaye, Matuidi y a los españoles Xavi Hernández, Arbeloa y Fábregas. Expulsó por doble amarilla al francés Progba.
Incidencias: Partido de clasificación para el Mundial de Brasil disputado en el Estadio de Francia ante unos 80.000 espectadores.