La Juventus puso fin al sueño del Mónaco sin ningún miramiento. El equipo de Massimiliano Allegri pasó por encima de un conjunto monegasco que, si bien lo intentó de inicio a fin, se vio totalmente superado por ‘La Vecchia Signora’ (2-1), que ya espera rival en la que es su segunda final de la Champions League en los últimos tres años. Las intenciones del Mónaco quedaron claras desde el inicio: un equipo volcado en ataque que trató de asediar el área rival. Sin embargo, pronto quedó también demostrado que la Juve estaba más que preparada para hacer frente a esas embestidas y de nuevo dio un recital defensivo.
Los visitantes avisaron primero por medio de un Kylian Mbappé que lo probó todo -de forma excesivamente individual en algunas ocasiones- aunque la jugada había sido invalidada previamente por fuera de juego. La Juventus no solo se sacó de encima ese agobio inicial sino que respondió con dos claras ocasiones de gol. Primero fue Gonzalo Higuaín, cuya vaselina sacó casi sobre la línea de gol Kamil Glik cuando Daniel Subasic estaba ya vencido. Poco después, el meta del Mónaco sacó una gran mano para repeler el tiro de Mario Mandzukic, que aprovechó una buena asistencia del ‘Pipita’ entre la zaga monegasca.
Los italianos retomaron el control del partido y trataron de calmar el alto ritmo que le había imprimido el Mónaco en los primeros minutos a base de largas posesiones con las que se asentaron en campo rival. Paulo Dybala fue crucial en este labor con sus apariciones entre líneas, que hicieron mucho daño a un Mónaco por momentos desbordado. Tras dos avisos, a la tercera fue la vencida. Una buena acción colectiva iniciada por el sector izquierdo acabó en el otro lado en las botas de Dani Alves, que puso un centro medido a la cabeza de Mandzukic. Subasic lo detuvo, pero el atacante croata se hizo con el rechace y esta vez no perdonó.
En pleno vendaval ofensivo de la Juventus, Giorgio Chiellini demostró que hacerle un gol al vigente campeón italiano es una tarea ardua con un despeje magistral a un centro lateral envenenado al que Falcao llegaba en el segundo palo. Pese a su superioridad en el marcador global, los de Allegri no renunciaron al ataque. Siguieron empujando hasta el final de la primera mitad y obtuvieron el premio a su insistencia con el 2-0. Dani Alves, clave en la eliminatoria, se hizo en la frontal del área con el rechace de un córner y, sin dejar caer el balón, conectó una volea que acabó en el fondo de la red de un descolocado Subasic.
Los italianos se resguardaron en su mitad de campo tras el descanso y cedieron protagonismo y control al Mónaco. Los de Leonardo Jardim, obligados a asumir el reto pese a lo extremadamente complicado que se antojaba el objetivo, lograron hacer daño a la Juve en un despiste de la zaga a la salida de un córner sacado en corto. Joao Moutinho dejó atrás a su par con un cambio de ritmo, se metió en el área y cedió la pelota a Mbappé, que se adelantó a los defensores para recortar distancias.
No dejó de intentarlo el Mónaco, aunque su desesperación se hizo notar en la recta final del encuentro en forma de algunas faltas a destiempo, especialmente la de Glik. El central, ex del Torino, le propinó un feísimo pisotón a Higuaín en la rodilla que dejó al argentino un rato fuera de combate y lleno de rabia hasta el pitido final. La Juve volvió a hacerse con el manejo de la posesión y controló a su antojo los últimos minutos, trabados por varias faltas.